Descripción General
Es el espacio donde mejor se percibe
la aridez peculiar de la provincia
de Almería. Su interés ecológico se basa tanto en la vegetación
y fauna cuanto en el modelado del relieve, con sus formas tan peculiares
y sugestivas. Incluido en el término municipal de Tabernas, sus
limites están configurados por las sierras de los Filabres al Norte
y Alhamilla al Sur. Se accede fácilmente por la CN-340, así como
a través de la comarcal 3326. Hay que resaltar la importancia que
tiene la rambla de Tabernas que surca el espacio, actuando incluso
como vía natural de comunicación interior. Numerosos carriles que
parten de los diversos puentes que la cruzan, permiten adentramos
en la misma.
La villa de Tabernas, a 400 metros de altitud y con 3.500 habitantes
es el único núcleo de población próximo al espacio, localizándose
a 30 kilómetros de Almería. Sus recursos económicos, muy reducidos,
están condicionados por la hostilidad del medio físico. La baja
calidad de las tierras, la falta de agua a lo largo del año, minimizan
al máximo las actividades humanas, quedando reducidas a una agricultura
tradicional marginal de subsistencia en pequeños enclaves del área.
El único aprovechamiento tradicional del suelo ha sido la caza.
En la actualidad en Tabernas perdura una modesta actividad artesanal
de la madera, herencia
de un pasado más próspero. La peculiaridad del desierto, con más
de 3.000 horas de insolación anual, ha posibilitado la instalación
de una central de Energía Solar (una de las de mayor envergadura
del País).
La belleza y singularidad de su paisaje ha atraído desde hace varias
décadas a la industria del cine, utilizando estos escenarios naturales
como marco de rodaje de sus exteriores, conservándose poblados del
"Far West" que se han revitalizado con fines estrictamente turísticos.
Pocos lugares de la geografía española manifiestan una integración
tan perfecta entre paisaje, desolación y belleza, percibiéndose
en todo su esplendor los espejismos estéticos del desierto.
La casi total ausencia de vegetación sobre un sustrato calcinado
por la persistente radiación solar, de colores blancos y grises,
en el que se tallan formas agresivas y gigantes, completan un paisaje
lunar que impacta al visitante. El clima de este espacio -subtropical
desértico- se caracteriza por precipitaciones escasas (200 mm.)
e irregulares, un elevado índice de radiación solar y grandes oscilaciones
en las temperaturas, comprendidas entre -5º y 48º C. Los materiales
más representativos del área son las margas grises que alternan
con areniscas de variado colorido, entre las que se intercalan niveles
de conglomerados de color negro brillante.
Los cauces de las ramblas los ocupan arenas, gravas y arcillas,
mientras que los relieves más elevados aparecen coronados por conglomerados
de origen marina, que configuran cornisas cuando se erosionan los
materiales inferiores más blandos. Sobre el sustrato sedimentario
margoso se desarrolla una vegetación típicamente desértica y xerofítica
que representa la formación vegetal más árida de Europa, no cubriendo
siquiera el 40% del sustrato. En contraposición, su interés florístico
se basa en las numerosas especies características que pueblan el
desierto.

Aunque la sensación que brota del paisaje indique ausencia casi
total de vida, la realidad es que el efecto de borde en las ramblas
que cruzan el desierto provoca una gran riqueza de vertebrados,
sobre todo de aves y reptiles, entre las que destaca el camachuelo
trompetero ("Bucanetes githaginea"), que tiene en estos parajes
almerienses del desierto de Tabernas su único enclave europeo.
Comunidades Vegetales
La desolación vegetal del desierto de Tabernas es tan espectacular
como las características climáticas, geomorfológicas y edáficas
que lo enmarcan, y la escasa y rara vegetación que a duras penas
coloniza cárcavas y taludes, constituyen una comunidad con un alto
grado de xerófila y con nivel de cobertura semejante a la de los
desiertos norteafricanos.
La
especie dominante y omnipresente en todos los biotopos es la "Escoba"
("Salsola genistoides") que cubre menos del 15% del suelo, pero
la singularidad de la flora del desierto almeriense, la define la
presencia de la crucífera "Euzomodendron bourgaeanum', género mono-especifico
endémico de Tabernas que da nombre a una asociación donde abundan
las gramíneas, quenopodiáceas y cistáceas. Las difíciles condiciones
ecológicas, cada vez más extremadas, han supuesto la desaparición
de algunas especies vegetales como el palmito.
Pero, a su vez, han aparecido nuevas plantas de gran de interés
científico como el bellísimo "Limoníum insignís" en peligro de extinción
por el valor ornamental de sus inflorescencias, la escasa "Morícandia
foetida", que florece en las primaveras lluviosas sobre los taludes
margosos o las también endémicas "Herniaria fontaneslí", "Helianthemum
almeriense" y "Linaria nígrícans". También merecen citarse las parásitas
de Quenopoidáceas, "Cynomorium coccineum" y "Cystanche luteum",
de vocación nitráfila y florecimiento tardío.
Las numerosas ramblas que se encajan sobre estos paisajes telúricos
y abrasadores constituyen el único elemento ecológicamente diferenciado
del desierto, al socaire de los microclimas existentes en ellas,
y, a favor de las corrientes subálveas, se ordenan bosquecillos
de tarais y adelfas, en donde encuentra cobijo la avifauna nidificante
como el verdecillo ("Serínus serinus") o la curruca cabecinegra
("Sylvia melanocephala").
En las ramblas del desierto el efecto de borde se muestra en todo
su esplendor: anfibios como la rana ("Rana ridibunda") o el sapo
("Bufo bufo"), reptiles como la lagarta colirroja ("Acanthodactylus
erithrurus"), el lagarto ocelado ("Lacerta lepida"), la culebra
de escalera ("Elaphe escalaris"), la culebra de agua ("Natrix maura")
o el galápago leproso ("Chlemys caspica") y mamíferos como el zorro
("Vulpes vulpes"), conejo ("Oryctolagus cunículus"), rata ("Rattus
rattus") y lirón careto ("Elyomis quercinus"), son abundantísimos,
encontrando en ellas un hábitat adecuado. En las paredes verticales,
que delimitan los meandros más encajados, se instalan en nichos
diferenciados, colonias sedentarias de grajillas ("Corvus monedula")
y numerosas parejas de roqueros solitarios ("Monticola solitarius"),
aviones roqueros ("Hirundo rupestris") y collalbas negras ("Oenanthe
leucura") y, durante la primavera, centenares de ruidosos vencejos
reales ("Apus melva").
En este espacio también existen auténticos oasis en torno a los
afloramientos de agua casi siempre salinos y se establecen densas
formaciones de vegetación halófila en los que carrizos y tarais
disputan el sustrato frente a las plantas barrilleras, salsoláceas
y quenopoidáceas, dominando unos u otros en función de los gradientes
de humedad y salinidad del suelo.
Itinerarios
El interés del desierto de Tabernas reside prioritáriamente
en la peculiaridad de su paisaje, que sirve de soporte a comunidades
vegetales y animales perfectamente adaptadas e integradas. El conocimiento
total de los diferentes ecosistemas que lo configuran es una labor
amplia y minuciosa, que no puede abarcarse en un simple recorrido,
por lo que proponemos una visita a una de las zonas de mayor singularidad
de este entorno. Esta comienza en el cruce de la CN 340 con la comarcal
3326. A partir aquí, descendemos al lecho de la rambla e iniciamos
su recorrido a pie, aguas arriba.
De
inmediato, en las proximidades del puente sobre la carretera nacional,
podemos observar manchas de vegetación higrófila, constituidas en
su mayoría, por carrizos y eneas. El cauce de la rambla aparece
colonizado por las agrupaciones de tarais y adelfas, que albergan
a una amplia comunidad de passeriformes. A medida que avanzamos,
un kilómetro más adelante, la rambla se encaja en el terreno y las
orillas se hacen escarpadas, con taludes verticales en donde encuentran
su hábitat idóneo: el vencejo común, vencejo pálido, vencejo real,
avión raquero, collalba negra, roquero solitario, el abejaruco y
la carraca. Si seguimos el pequeño curso de agua que lleva la rambla,
a unos dos kilómetros, aproximadamente, alcanzamos un barranco de
paredes verticales donde se produce la sugerencia de aguas salobres,
que han dado lugar a una densa cobertura de vegetación higrófila.
Este paraje con pequeñas cascadas y remansos constituye un auténtico
oasis que destaca en el contexto árido del desierto.
La presencia de agua atrae a las distintas especies que habitan
en el entorno, siendo este paraje punto de convergencia de diferentes
grupos de seres vivos como: anfibios, reptiles (galápago leproso,
culebra de agua, culebra de escalera, etc.) que sirven de alimento
a otras especies depredadoras. El regreso, sobre el mismo itinerario,
se puede aprovechar para recolectar un pequeño herbario de plantas
halófilas e higrófilas. Para tener una visión global del desierto
de Tabernas es conveniente dirigirse en automóvil por la CN-340,
a un kilómetro aproximado del cruce aludido anteriormente y desviarnos
a la derecha, tomando un carril asfaltado que conduce al repetidor
de TVE. En el transcurso del ascenso por la umbría de Sierra Alhamilla,
se observa el profundo acarcavamiento de toda la cuenca neógena:
el desierto se nos ofrece en toda su severa y desolada grandeza.
Recomendaciones
La espectacularidad del paisaje hace imprescindible el uso de
cámara fotográfica.
- Para los aficionados a la botánica, se aconseja su visita en los
meses de primavera, por la garantía de poder observar y fotografiar
los endemismos en flor. - En las ramblas, la observación de la avifauna,
exige el uso de prismáticos.
- Si la visita se lleva a cabo en verano, es recomendable el proveerse
de agua y protegerse de la radiación solar (gafas de sol, sombrero,
etc.).
- Es conveniente saber que la elevada salinidad de los pequeños
manantiales que aparecen esporádicamente en los lechos de las ramblas,
los hacen no potables.
- Existen varios decorados cinematográficos en los que se realizan
pequeños espectáculos con representaciones del "Far West".
- El desierto de Tabernas, forma parte de los parajes desérticos
de Almería, como paradigma de la lucha contra la desertización,
estando prevista la declaración de Paraje Natural. "En el desierto
de Tabernas la extensa gama de ocres se agiganta y difumina con
la calima implacable del mediodía".
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